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enfermedades mentales / Psiq. General y otras áreas
3/may/2011 · Revista Colombiana de Psiquiatría. 2011 Mar;40(1):152-163.
Fuente:
http://www.psiquiatria.com/
Aspectos bioéticos de la evaluación de la capacidad mental en psiquiatría.
(Bioethical Aspects in the Evaluation of Mental Capacity in Psychiatry.)
Resumen
Introducción: La capacidad mental se entiende como un constructo multidimensional que alude a la capacidad de los individuos para tomar decisiones autónomas. La competencia mental es la habilidad para realizar una tarea y la capacidad de una persona para actuar o comportarse adecuadamente en ciertas situaciones, con clara referencia a los aspectos legales. Sin embargo, la tendencia es asimilar ambos conceptos.
Objetivo: Mostrar cómo evaluar la capacidad mental de forma estructurada, a fin de evitar su inadecuada evaluación, vulnerar los derechos humanos de los pacientes y generar un dilema bioético, al darle más relevancia al principio de la beneficencia que al de la autonomía.
Método: Se reseñan varios instrumentos que permiten realizar una evaluación válida y confiable de la capacidad mental, por lo que resulta conveniente que los médicos se entrenen en la aplicación e interpretación de los resultados.
Conclusión: En América Latina se requieren más estudios sobre el tema.
Acceso gratuito al texto completo.
Para poder visualizar el texto completo, necesita tener instalado el Adobe Reader, si usted no lo tiene puede bajárselo gratuitamente desde la dirección: http://get.adobe.com/es/reader/
Abstract
Introduction: Mental capacity is understood as a multidimensional construct that alludes to the capacity of individuals of making autonomous decisions. Mental competency is the ability to perform a task and the ability of a person to act or behave appropriately in certain circumstances, with a clear reference to legal aspects. However, there is a tendency to assimilate both concepts.
Objective: To show how mental capacity can be evaluated in a structured way avoiding inadequate assessments, violations of patients’ human rights, and the generation of a bioethical dilemma when the principle of beneficence is given more relevance than the principle of autonomy.
Method: Various instruments that allow a valid and trustworthy evaluation of mental capacity are reviewed. It is convenient that physicians train in their application and interpretation of results.
Conclusion: More studies on the subject are required in Latin America.
Noticias
enfermedades mentales / Psiq. General y otras áreas
12/may/2011 · El Médico Interactivo. 2011 May
Jerónimo Saiz ha concedido una entrevista donde hace balance de la situación de la psiquiatría en España.
Fuente:
http://www.psiquiatria.com/
Resumen
Jerónimo Saiz, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid ha concedido una entrevista donde hace balance de la situación de la psiquiatría en España.
Según sus palabras, en el campo de la Psiquiatría se ha progresado mucho en los últimos 30 años y se ha experimentado un progreso de fondo y de forma importante en relación a un cambio de modelo en la asistencia psiquiátrica que surge a raíz de la propuesta de la reforma psiquiátrica en España y que luego se plasmó en la Ley General de Sanidad. Hemos pasado de los viejos hospitales psiquiátricos, los manicomios, a las unidades de Psiquiatría en los hospitales generales; de una atención ambulatoria muy limitada, prácticamente sólo farmacológica y además compartida con la Neurología, a una red con centros de salud mental comunitaria, que son multidisciplinares y que aplican un modelo en el que lo esencial es la reincorporación del enfermo a su vida normal y a su entorno. Para nosotros es muy importante que la enfermedad psiquiátrica sea una enfermedad más y no algo que tiene una característica estigmatizadora y excluyente, que discrimina al enfermo mental y le aparta de su vida normal. Se puede decir que el nivel de la Psiquiatría actualmente es altamente satisfactorio, asegurando incluso que en diversos foros internacionales tenemos buena consideración y prestigio.
Saiz continua diciendo que a pesar de la mejora, todavía queda mucho camino por recorrer. En un país como el nuestro, en el que el sistema público de salud es el que garantiza todas las prestaciones para promocionar, conservar y recuperar la salud de los ciudadanos, en Psiquiatría hay mucho por hacer; entre otras cosas, porque los recursos que se destinan a la asistencia psiquiátrica son todavía escasos con respecto a las recomendaciones internacionales, como por ejemplo las que se marcaron en la Declaración de Helsinki en enero de 2005.
El estigma y el prejuicio discriminatorio que acompaña a la enfermedad y que impregna todo lo que tiene que ver con la ayuda que damos a los enfermos es, sin duda, un gran problema que dificulta que estas personas se reincorporen a un trabajo, que tengan una vida normal, la consideración de los demás… Todo el mundo reconoce su apoyo a la enfermedad pero a la hora de la verdad no se actúa en consecuencia y esto desmoraliza a los enfermos y a las familias que en ocasiones ocultan que existe la enfermedad y dejan de consultar por ello. Con el agravante de que el trastorno psiquiátrico es muy frecuente, de hecho, se calcula que una de cada cuatro personas lo ha tenido, lo tiene o lo va a tener. Hay una barrera invisible que nos produce mucha preocupación. De hecho, la Sociedad Española de Psiquiatría acaba de mostrar su adhesión a una declaración que ha hecho la Comunidad de Madrid para combatir el estigma. Un estigma que, por otro lado, se basa en creencias erróneas, como, por ejemplo, pensar que los enfermos mentales por el hecho de serlo son peligrosos, impredecibles, débiles de carácter… y eso está fuera de la realidad
Cuestionado sobre qué políticas y proyectos considera viables para alcanzar los retos de futuro que tiene la profesión, este especialista apunta que la Estrategia en Salud Mental que se hizo con total, e inusual, consenso recoge muy bien las líneas de progreso con una serie de objetivos como son: el esfuerzo en promoción y prevención de la salud; aplicar el modelo comunitario y desarrollarlo en aquellos lugares donde no se ha llegado a un nivel aceptable de aplicación; combatir algunos problemas emergentes en salud mental como son el consumo de alcohol y drogas en adolescentes y la prevención en suicidio... En este sentido, la Sociedad Española de Psiquiatría acaba de elaborar y se van a hacer públicas en breve unas recomendaciones sobre prevención y manejo de la conducta suicida.
También existen programas específicos dirigidos a grupos de riesgo, como el reconocimiento de la especialidad de Psiquiatría infanto-juvenil que está en marcha pero va lento; la atención a la población reclusa, donde el consumo de drogas es muy frecuente y donde los recursos, que dependen de Sanidad penitenciaria, son muy pobres; la atención a las personas con enfermedad grave y persistente que sufren discapacidad y necesitan de la ayuda de otros para los cuidados más básicos de la vida; la integración entre los servicios sociales y sanitarios; la atención a mayores con problemas neurodegenerativos… Por otra parte, acaba de ser declarado inconstitucional el precepto legal (Artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil) por el que estábamos haciendo los internamientos forzosos -involuntarios- en aquellas personas con enfermedad grave que precisan de tratamiento. Así, el Tribunal Constitucional, en aplicación de la Convención de Nueva York para el respeto a los derechos de las personas con discapacidad, exige redactar una ley orgánica para regular este tipo de procesos que tienen que ver con la privación de la libertad.
Como Sociedad Española de Psiquiatría entendemos que sería una oportunidad para regular los procedimientos ambulatorios de tratamiento obligatorio que es algo que ya se ha planteado en el Congreso en dos ocasiones pero sobre lo que no ha habido acuerdo. Otro tema importante son los problemas de salud física que aparecen en los casos de enfermedades graves y persistentes y que hacen que la esperanza de vida de nuestros enfermos con ese perfil disminuya en diez o quince años. A este respecto, desde la Sociedad hemos hecho un esfuerzo importante con la publicación de dos consensos sobre salud física en esquizofrenia y en trastorno bipolar con una serie de recomendaciones para los médicos especialistas y de Atención Primaria. Además, tenemos convenios muy activos con SEMERGEN, semFYC o SEMG, y en este momento estamos haciendo otro consenso sobre salud física y depresión y hemos participado en algunos algoritmos de tratamiento para depresión en Atención Primaria.
En cuanto a la atención psiquiátrica en España, el psiquiatra no cree que seamos muy diferentes de la asistencia en otras especialidades. Lo que sí es llamativo es que en nuestra especialidad, incluso el modelo, es distinto según comunidades. Por ejemplo, Cataluña, a pesar de que la Ley General de Sanidad, consagra que la asistencia hospitalaria se ha de dar en unidades de Psiquiatría de hospitales generales, siguen activos los hospitales psiquiátricos; también hay lugares donde la Psiquiatría en vez de estar en el nivel de la atención especializada está en el nivel de la Atención Primaria. Existen diferencias hasta en la disponibilidad y acceso a los tratamientos.
El papel de la Atención Primaria es fundamental en el abordaje del paciente psiquiátrico, y en palabras de Saiz ha mejorado mucho. Los médicos de familia tienen una formación reglada, de hecho nosotros intervenimos en ella, y también nos acompañan en los servicios de urgencia. El problema es que tienen una enorme presión asistencial, lo que absorbe buena parte de sus energías y de su disponibilidad. Tienen que cubrir muchos frentes, y nuestra especialidad si requiere de algo es de capacidad de escucha y de tiempo, que es justo lo que ellos no tienen.
Sobre los principales retos que la Psiquiatría, estamos llegando a un equilibrio entre la demanda y la oferta, seguramente producido por la crisis, que ha hecho que desarrollos previstos en materias de nuevos dispositivos asistenciales se hayan frenado y haya habido un cierto recorte en gastos de personal. En cualquier caso, se ha ido aumentando el número de especialistas en formación de una manera importante, de 170, aproximadamente, a 250. Con respecto a los servicios, las carencias son más intensas a nivel de psicólogos clínicos y de enfermería con especialidad en Psiquiatría, que de psiquiatras. Sería deseable encontrar un equilibrio entre especialistas formados y oportunidades de trabajo. Hay margen para crear más recursos pero depende de futuro de los sistemas sanitarios públicos y de la disponibilidad económica.
Por último, el nivel de formación de los especialistas en Psiquiatría ha progresado enormemente. La aplicación de los programas MIR y la homogeneización de la formación en cuanto a las competencias y habilidades de los profesionales ha sido un hito para el progreso de nuestra especialidad, que al mismo tiempo ha desarrollado una faceta investigadora muy potente que se ha plasmado en la creación del CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental), patrocinado y subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que surge de fondos públicos, y es el heredero de una serie de redes temáticas de investigación corporativa que habían existido previamente. En este momento, el CIBERSAM ha sido evaluado de forma muy satisfactoria y lo componen 30 grupos, unos clínicos, otros de investigación básica y otros mixtos.
enfermedades mentales / Psiq. General y otras áreas
3/may/2011 · Revista Colombiana de Psiquiatría. 2011 Mar;40(1):152-163.
Fuente:
http://www.psiquiatria.com/
Aspectos bioéticos de la evaluación de la capacidad mental en psiquiatría.
(Bioethical Aspects in the Evaluation of Mental Capacity in Psychiatry.)
Resumen
Introducción: La capacidad mental se entiende como un constructo multidimensional que alude a la capacidad de los individuos para tomar decisiones autónomas. La competencia mental es la habilidad para realizar una tarea y la capacidad de una persona para actuar o comportarse adecuadamente en ciertas situaciones, con clara referencia a los aspectos legales. Sin embargo, la tendencia es asimilar ambos conceptos.
Objetivo: Mostrar cómo evaluar la capacidad mental de forma estructurada, a fin de evitar su inadecuada evaluación, vulnerar los derechos humanos de los pacientes y generar un dilema bioético, al darle más relevancia al principio de la beneficencia que al de la autonomía.
Método: Se reseñan varios instrumentos que permiten realizar una evaluación válida y confiable de la capacidad mental, por lo que resulta conveniente que los médicos se entrenen en la aplicación e interpretación de los resultados.
Conclusión: En América Latina se requieren más estudios sobre el tema.
Acceso gratuito al texto completo.
Para poder visualizar el texto completo, necesita tener instalado el Adobe Reader, si usted no lo tiene puede bajárselo gratuitamente desde la dirección: http://get.adobe.com/es/reader/
Abstract
Introduction: Mental capacity is understood as a multidimensional construct that alludes to the capacity of individuals of making autonomous decisions. Mental competency is the ability to perform a task and the ability of a person to act or behave appropriately in certain circumstances, with a clear reference to legal aspects. However, there is a tendency to assimilate both concepts.
Objective: To show how mental capacity can be evaluated in a structured way avoiding inadequate assessments, violations of patients’ human rights, and the generation of a bioethical dilemma when the principle of beneficence is given more relevance than the principle of autonomy.
Method: Various instruments that allow a valid and trustworthy evaluation of mental capacity are reviewed. It is convenient that physicians train in their application and interpretation of results.
Conclusion: More studies on the subject are required in Latin America.
Noticias
enfermedades mentales / Psiq. General y otras áreas
12/may/2011 · El Médico Interactivo. 2011 May
Jerónimo Saiz ha concedido una entrevista donde hace balance de la situación de la psiquiatría en España.
Fuente:
http://www.psiquiatria.com/
Resumen
Jerónimo Saiz, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid ha concedido una entrevista donde hace balance de la situación de la psiquiatría en España.
Según sus palabras, en el campo de la Psiquiatría se ha progresado mucho en los últimos 30 años y se ha experimentado un progreso de fondo y de forma importante en relación a un cambio de modelo en la asistencia psiquiátrica que surge a raíz de la propuesta de la reforma psiquiátrica en España y que luego se plasmó en la Ley General de Sanidad. Hemos pasado de los viejos hospitales psiquiátricos, los manicomios, a las unidades de Psiquiatría en los hospitales generales; de una atención ambulatoria muy limitada, prácticamente sólo farmacológica y además compartida con la Neurología, a una red con centros de salud mental comunitaria, que son multidisciplinares y que aplican un modelo en el que lo esencial es la reincorporación del enfermo a su vida normal y a su entorno. Para nosotros es muy importante que la enfermedad psiquiátrica sea una enfermedad más y no algo que tiene una característica estigmatizadora y excluyente, que discrimina al enfermo mental y le aparta de su vida normal. Se puede decir que el nivel de la Psiquiatría actualmente es altamente satisfactorio, asegurando incluso que en diversos foros internacionales tenemos buena consideración y prestigio.
Saiz continua diciendo que a pesar de la mejora, todavía queda mucho camino por recorrer. En un país como el nuestro, en el que el sistema público de salud es el que garantiza todas las prestaciones para promocionar, conservar y recuperar la salud de los ciudadanos, en Psiquiatría hay mucho por hacer; entre otras cosas, porque los recursos que se destinan a la asistencia psiquiátrica son todavía escasos con respecto a las recomendaciones internacionales, como por ejemplo las que se marcaron en la Declaración de Helsinki en enero de 2005.
El estigma y el prejuicio discriminatorio que acompaña a la enfermedad y que impregna todo lo que tiene que ver con la ayuda que damos a los enfermos es, sin duda, un gran problema que dificulta que estas personas se reincorporen a un trabajo, que tengan una vida normal, la consideración de los demás… Todo el mundo reconoce su apoyo a la enfermedad pero a la hora de la verdad no se actúa en consecuencia y esto desmoraliza a los enfermos y a las familias que en ocasiones ocultan que existe la enfermedad y dejan de consultar por ello. Con el agravante de que el trastorno psiquiátrico es muy frecuente, de hecho, se calcula que una de cada cuatro personas lo ha tenido, lo tiene o lo va a tener. Hay una barrera invisible que nos produce mucha preocupación. De hecho, la Sociedad Española de Psiquiatría acaba de mostrar su adhesión a una declaración que ha hecho la Comunidad de Madrid para combatir el estigma. Un estigma que, por otro lado, se basa en creencias erróneas, como, por ejemplo, pensar que los enfermos mentales por el hecho de serlo son peligrosos, impredecibles, débiles de carácter… y eso está fuera de la realidad
Cuestionado sobre qué políticas y proyectos considera viables para alcanzar los retos de futuro que tiene la profesión, este especialista apunta que la Estrategia en Salud Mental que se hizo con total, e inusual, consenso recoge muy bien las líneas de progreso con una serie de objetivos como son: el esfuerzo en promoción y prevención de la salud; aplicar el modelo comunitario y desarrollarlo en aquellos lugares donde no se ha llegado a un nivel aceptable de aplicación; combatir algunos problemas emergentes en salud mental como son el consumo de alcohol y drogas en adolescentes y la prevención en suicidio... En este sentido, la Sociedad Española de Psiquiatría acaba de elaborar y se van a hacer públicas en breve unas recomendaciones sobre prevención y manejo de la conducta suicida.
También existen programas específicos dirigidos a grupos de riesgo, como el reconocimiento de la especialidad de Psiquiatría infanto-juvenil que está en marcha pero va lento; la atención a la población reclusa, donde el consumo de drogas es muy frecuente y donde los recursos, que dependen de Sanidad penitenciaria, son muy pobres; la atención a las personas con enfermedad grave y persistente que sufren discapacidad y necesitan de la ayuda de otros para los cuidados más básicos de la vida; la integración entre los servicios sociales y sanitarios; la atención a mayores con problemas neurodegenerativos… Por otra parte, acaba de ser declarado inconstitucional el precepto legal (Artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil) por el que estábamos haciendo los internamientos forzosos -involuntarios- en aquellas personas con enfermedad grave que precisan de tratamiento. Así, el Tribunal Constitucional, en aplicación de la Convención de Nueva York para el respeto a los derechos de las personas con discapacidad, exige redactar una ley orgánica para regular este tipo de procesos que tienen que ver con la privación de la libertad.
Como Sociedad Española de Psiquiatría entendemos que sería una oportunidad para regular los procedimientos ambulatorios de tratamiento obligatorio que es algo que ya se ha planteado en el Congreso en dos ocasiones pero sobre lo que no ha habido acuerdo. Otro tema importante son los problemas de salud física que aparecen en los casos de enfermedades graves y persistentes y que hacen que la esperanza de vida de nuestros enfermos con ese perfil disminuya en diez o quince años. A este respecto, desde la Sociedad hemos hecho un esfuerzo importante con la publicación de dos consensos sobre salud física en esquizofrenia y en trastorno bipolar con una serie de recomendaciones para los médicos especialistas y de Atención Primaria. Además, tenemos convenios muy activos con SEMERGEN, semFYC o SEMG, y en este momento estamos haciendo otro consenso sobre salud física y depresión y hemos participado en algunos algoritmos de tratamiento para depresión en Atención Primaria.
En cuanto a la atención psiquiátrica en España, el psiquiatra no cree que seamos muy diferentes de la asistencia en otras especialidades. Lo que sí es llamativo es que en nuestra especialidad, incluso el modelo, es distinto según comunidades. Por ejemplo, Cataluña, a pesar de que la Ley General de Sanidad, consagra que la asistencia hospitalaria se ha de dar en unidades de Psiquiatría de hospitales generales, siguen activos los hospitales psiquiátricos; también hay lugares donde la Psiquiatría en vez de estar en el nivel de la atención especializada está en el nivel de la Atención Primaria. Existen diferencias hasta en la disponibilidad y acceso a los tratamientos.
El papel de la Atención Primaria es fundamental en el abordaje del paciente psiquiátrico, y en palabras de Saiz ha mejorado mucho. Los médicos de familia tienen una formación reglada, de hecho nosotros intervenimos en ella, y también nos acompañan en los servicios de urgencia. El problema es que tienen una enorme presión asistencial, lo que absorbe buena parte de sus energías y de su disponibilidad. Tienen que cubrir muchos frentes, y nuestra especialidad si requiere de algo es de capacidad de escucha y de tiempo, que es justo lo que ellos no tienen.
Sobre los principales retos que la Psiquiatría, estamos llegando a un equilibrio entre la demanda y la oferta, seguramente producido por la crisis, que ha hecho que desarrollos previstos en materias de nuevos dispositivos asistenciales se hayan frenado y haya habido un cierto recorte en gastos de personal. En cualquier caso, se ha ido aumentando el número de especialistas en formación de una manera importante, de 170, aproximadamente, a 250. Con respecto a los servicios, las carencias son más intensas a nivel de psicólogos clínicos y de enfermería con especialidad en Psiquiatría, que de psiquiatras. Sería deseable encontrar un equilibrio entre especialistas formados y oportunidades de trabajo. Hay margen para crear más recursos pero depende de futuro de los sistemas sanitarios públicos y de la disponibilidad económica.
Por último, el nivel de formación de los especialistas en Psiquiatría ha progresado enormemente. La aplicación de los programas MIR y la homogeneización de la formación en cuanto a las competencias y habilidades de los profesionales ha sido un hito para el progreso de nuestra especialidad, que al mismo tiempo ha desarrollado una faceta investigadora muy potente que se ha plasmado en la creación del CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental), patrocinado y subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que surge de fondos públicos, y es el heredero de una serie de redes temáticas de investigación corporativa que habían existido previamente. En este momento, el CIBERSAM ha sido evaluado de forma muy satisfactoria y lo componen 30 grupos, unos clínicos, otros de investigación básica y otros mixtos.