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Fuente: http://www.psiquiatria.com .1/dic/2011 PLoS Computational Biology. 2011 Nov
Investigadores del CSIC deducen la ecuación del comportamiento colectivo.
Científicos del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han deducido el modelo que determina las reglas del comportamiento colectivo. Según han señalado los expertos, aunque existen numerosas simulaciones de cómo los animales sociales copian el comportamiento de otros, es la primera vez que se deriva la ecuación de la toma de decisiones a partir de características básicas de la percepción.
El trabajo, que ha sido publicado en 'PLoS Computational Biology', señala que los animales sociales no toman decisiones de forma aislada, sino que lo hacen dentro de un contexto que depende del comportamiento de los otros, es decir, actúan como un grupo de forma coordinada dando lugar al comportamiento colectivo.
Los investigadores del CSIC sitúan por primera vez el origen de estas decisiones coordinadas en cómo el cerebro estima qué hay en el mundo a partir de datos sensoriales inciertos. Los expertos Alfonso Pérez Escudero y Gonzalo García de Polavieja han señalado que "la novedad del trabajo es incorporar los comportamientos de otros animales como datos que permiten mejorar esa estimación".
De este modo, tras obtener las reglas, los científicos comprobaron su validez con los datos experimentales ya existentes sobre la especie modelo Gasterosteus aculeatus (pez espinoso). "Se ha observado que los peces, como animales sociales que son, emplean el comportamiento de los demás para mejorar sus propias decisiones" han señalado los científicos, que han añadido que la supervivencia de estos animales "depende en buena parte de las estimaciones".
"Los peces estiman probabilísticamente si hay comida en un lugar por lo que ven de ese lugar y por cuántos animales se dirigen ya hacia allí y hacia otros lugares", señalan los investigadores.
Así, el estudio determina que el modo de comportarse de los otros aporta una corriente continua de información indirecta sobre el medio. La ambigüedad de los datos sensoriales y la capacidad limitada de procesar toda esa información hacen que exista cierta incertidumbre a la hora de tomar decisiones.
Para los expertos el trabajo sirve de base para futuras investigaciones sobre la importancia de las estimaciones en la búsqueda de pareja o comida y en el funcionamiento del cerebro. Además, indican que este análisis permite seguir estudiando si el comportamiento social colectivo surge de un cúmulo de factores, incluidos la memoria, el aprendizaje y la forma de percibir.
En este sentido, señalan que, hasta ahora, existían normas que describen este comportamiento, pero no iban más allá. "Ahora de pueden hacer experimentos de manipulación del cerebro para ver cómo se entremezclan todos estos elementos", han concluido García de Polavieja y Pérez Escudero.
El trabajo, que ha sido publicado en 'PLoS Computational Biology', señala que los animales sociales no toman decisiones de forma aislada, sino que lo hacen dentro de un contexto que depende del comportamiento de los otros, es decir, actúan como un grupo de forma coordinada dando lugar al comportamiento colectivo.
Los investigadores del CSIC sitúan por primera vez el origen de estas decisiones coordinadas en cómo el cerebro estima qué hay en el mundo a partir de datos sensoriales inciertos. Los expertos Alfonso Pérez Escudero y Gonzalo García de Polavieja han señalado que "la novedad del trabajo es incorporar los comportamientos de otros animales como datos que permiten mejorar esa estimación".
De este modo, tras obtener las reglas, los científicos comprobaron su validez con los datos experimentales ya existentes sobre la especie modelo Gasterosteus aculeatus (pez espinoso). "Se ha observado que los peces, como animales sociales que son, emplean el comportamiento de los demás para mejorar sus propias decisiones" han señalado los científicos, que han añadido que la supervivencia de estos animales "depende en buena parte de las estimaciones".
"Los peces estiman probabilísticamente si hay comida en un lugar por lo que ven de ese lugar y por cuántos animales se dirigen ya hacia allí y hacia otros lugares", señalan los investigadores.
Así, el estudio determina que el modo de comportarse de los otros aporta una corriente continua de información indirecta sobre el medio. La ambigüedad de los datos sensoriales y la capacidad limitada de procesar toda esa información hacen que exista cierta incertidumbre a la hora de tomar decisiones.
Para los expertos el trabajo sirve de base para futuras investigaciones sobre la importancia de las estimaciones en la búsqueda de pareja o comida y en el funcionamiento del cerebro. Además, indican que este análisis permite seguir estudiando si el comportamiento social colectivo surge de un cúmulo de factores, incluidos la memoria, el aprendizaje y la forma de percibir.
En este sentido, señalan que, hasta ahora, existían normas que describen este comportamiento, pero no iban más allá. "Ahora de pueden hacer experimentos de manipulación del cerebro para ver cómo se entremezclan todos estos elementos", han concluido García de Polavieja y Pérez Escudero.
NOTICIAS
26/jul/2011 Journal of Experimental Psychology: General. 2011 Jul
Posicionarse con distancia respecto a los problemas podría ser la clave de la sabiduría.
Fuente: http://www.psiquiatria.com
Resumen
Estudios anteriores han hallado que las personas con una perspectiva universal en realidad procesan la información de forma distinta que las que tienen una perspectiva más egocéntrica.
La sabiduría se obtiene al ver las cosas desde la distancia. Al adoptar esta perspectiva de distancia psicológica, las personas son más propensas a razonar sabiamente en sus vidas diarias, según un indica un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan.
"Aunque los humanos se esfuerzan por ser sabios, con frecuencia no logran serlo cuando razonan sobre temas que tienen implicaciones personales profundas", aseguró en un comunicado de prensa de la U-M el coautor del estudio Ethan Kross, psicólogo de la institución educativa.
La investigación también ha mostrado que el dialectismo (darse cuenta de que el mundo es fluido y que es probable que el futuro cambie) y la humildad intelectual (reconocer el límite del conocimiento propio) son aspectos claves de un razonamiento sabio. Los investigadores examinaron cómo el uso de estos dos aspectos de la sabiduría (el dialectismo y la humildad intelectual) variaba en dos experimentos distintos.
Para ello pidieron a 57 estudiantes universitarios de último año y a recién graduados que no podían encontrar trabajo que eligieran tarjetas de un mazo que describía la recesión en EE. UU. y los niveles altos de desempleo, y pensaran cómo la economía les afectaría personalmente. Luego, se les asignó a razonar en voz alta sobre el tema desde una perspectiva egocéntrica o con distancia.
"Hallamos que los participantes que adoptaron una perspectiva de distancia eran significativamente más propensos a reconocer los límites de su conocimiento y a reconocer que era muy probable que el futuro cambiase", señaló en el comunicado de prensa el coautor del estudio Igor Grossmann.
En un segundo estudio llevado a cabo justo antes de la elección presidencial de 2008 en EE. UU., los investigadores pidieron a 54 personas que estaban políticamente polarizadas que leyeran resúmenes de las opiniones de los candidatos sobre distintos temas políticos, y que se enfocaran en dos temas sobre los que tenían opiniones arraigadas. Entonces, se pidió a los participantes que razonaran en voz alta desde una perspectiva egocéntrica o con distancia sobre cómo esos temas evolucionarían si su candidato favorito perdía las elecciones.
El estudio halló que aquellos que adoptaron una perspectiva de distancia eran más propensos a razonar sabiamente. También se volvieron más cooperativos y menos polarizados en sus opiniones políticas, y algunos incluso eligieron participar en un grupo de discusión bipartito. "Es importante señalar que estos cambios en el razonamiento y la conducta sabia ocurrieron en respuesta a manipulaciones relativamente sencillas", anotó Kross. "Esto sugiere que quizás la gente no tenga que esforzarse demasiado para lograr razonar con sabiduría en la vida diaria".
Los autores del estudio concluyeron que sus hallazgos proveen cierto conocimiento sobre la sabiduría. "Contribuyen a una comprensión más clara de cómo la distancia provee sabiduría, y aumentan el conocimiento sobre cómo funciona la sabiduría y cómo cultivarla en la vida diaria", explicó Grossmann.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:www.apa.org/pubs/journals/xge/
La sabiduría se obtiene al ver las cosas desde la distancia. Al adoptar esta perspectiva de distancia psicológica, las personas son más propensas a razonar sabiamente en sus vidas diarias, según un indica un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan.
"Aunque los humanos se esfuerzan por ser sabios, con frecuencia no logran serlo cuando razonan sobre temas que tienen implicaciones personales profundas", aseguró en un comunicado de prensa de la U-M el coautor del estudio Ethan Kross, psicólogo de la institución educativa.
La investigación también ha mostrado que el dialectismo (darse cuenta de que el mundo es fluido y que es probable que el futuro cambie) y la humildad intelectual (reconocer el límite del conocimiento propio) son aspectos claves de un razonamiento sabio. Los investigadores examinaron cómo el uso de estos dos aspectos de la sabiduría (el dialectismo y la humildad intelectual) variaba en dos experimentos distintos.
Para ello pidieron a 57 estudiantes universitarios de último año y a recién graduados que no podían encontrar trabajo que eligieran tarjetas de un mazo que describía la recesión en EE. UU. y los niveles altos de desempleo, y pensaran cómo la economía les afectaría personalmente. Luego, se les asignó a razonar en voz alta sobre el tema desde una perspectiva egocéntrica o con distancia.
"Hallamos que los participantes que adoptaron una perspectiva de distancia eran significativamente más propensos a reconocer los límites de su conocimiento y a reconocer que era muy probable que el futuro cambiase", señaló en el comunicado de prensa el coautor del estudio Igor Grossmann.
En un segundo estudio llevado a cabo justo antes de la elección presidencial de 2008 en EE. UU., los investigadores pidieron a 54 personas que estaban políticamente polarizadas que leyeran resúmenes de las opiniones de los candidatos sobre distintos temas políticos, y que se enfocaran en dos temas sobre los que tenían opiniones arraigadas. Entonces, se pidió a los participantes que razonaran en voz alta desde una perspectiva egocéntrica o con distancia sobre cómo esos temas evolucionarían si su candidato favorito perdía las elecciones.
El estudio halló que aquellos que adoptaron una perspectiva de distancia eran más propensos a razonar sabiamente. También se volvieron más cooperativos y menos polarizados en sus opiniones políticas, y algunos incluso eligieron participar en un grupo de discusión bipartito. "Es importante señalar que estos cambios en el razonamiento y la conducta sabia ocurrieron en respuesta a manipulaciones relativamente sencillas", anotó Kross. "Esto sugiere que quizás la gente no tenga que esforzarse demasiado para lograr razonar con sabiduría en la vida diaria".
Los autores del estudio concluyeron que sus hallazgos proveen cierto conocimiento sobre la sabiduría. "Contribuyen a una comprensión más clara de cómo la distancia provee sabiduría, y aumentan el conocimiento sobre cómo funciona la sabiduría y cómo cultivarla en la vida diaria", explicó Grossmann.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:www.apa.org/pubs/journals/xge/
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