miércoles, 16 de noviembre de 2011

Algunos aspectos de la Esquizofrenia





ESQUIZOFRENIA: TRASTORNOS DEL PENSAMIENTO,ALTERACIONES DEL LENGUAJE,TRASTORNOS DE MOTRICIDAD,TRASTORNOS DE LA AFECTIVIDAD,TRASTORNOS COGNITIVOS.
Fuente: http://www.psiquiatria.com 
Tratado de Psiquiatría,Capítulo 14.Resumen.





Trastornos del Pensamiento.

Estos son la pérdida de asociaciones, el pensamiento concreto, la alogia y la sobreinclusión. Todos
estos trastornos reflejan la peculiar lógica y razonamiento que se produce en el mundo del esquizofré-
nico.
La pérdida de asociaciones se refiere a la falta de conexiones lógicas entre las ideas. Desde el punto de
vista del lenguaje se traduce en el descarrilamiento
del discurso. El pensamiento concreto es la tendencia a seleccionar un aspecto único de un concepto u
objeto sin tener en cuenta su significación global. La
alogia se traduce en la interpretación extraña fuera
de la lógica universal de determinados acontecimientos. Se puede observar en las conclusiones absurdas
que los esquizofrénicos obtienen ante ciertos silogismos. La sobreinclusión alude a la introducción de
hechos o conceptos irrelevantes en una explicación
sobre un hecho. En el lenguaje se traduce en la circunstancialidad. Estaría en relación con la imposibilidad de filtrar manteniendo focalizada la atención,situación que se hipotetiza puede existir en la esquizofrenia.








Alteraciones del lenguaje.

El lenguaje peculiar que se encuentra en la esquizofrenia está en estrecha relación con los trastornos
del pensamiento, como en el caso de la sobreinclusión que se traduce en un lenguaje circunstancial o la
pérdida de un hilo conductor producida por la pérdida de asociaciones. Las interrupciones bruscas del
discurso también reflejarían los bloqueos del pensamiento en relación con la aparición de alucinaciones
auditivas o por sustracción del pensamiento.
En ocasiones el lenguaje puede ser totalmente desorganizado e incluso mostrando alteraciones en la
estructura gramatical (incoherencia). También puede
producirse la repetición de las palabras del interlocutor (ecolalia) o la repetición de una misma palabra
sin sentido durante varios días (verbigeración). Estas últimas son hoy día poco frecuentes, apareciendo
sólo en enfermos crónicos muy institucionalizados.
Otras alteraciones del lenguaje como la disminución del mismo o la pobreza en su contenido con
una reducción en el número de ideas expresadas,
aunque con una adecuada fluidez, enlazan con los síntomas negativos. El tono puede carecer en ocasiones de entonación con escasas inflexiones, resultando un discurso monocorde.




Trastornos de la Motricidad.

Durante el estado agudo suele haber un estado de
hipermotricidad, si bien en los estados crónicos predomina la reducción de energía, espontaneidad y fal-

ta de naturalidad en los movimientos. Los esquizofrénicos pueden tener movimientos peculiares o manierismos así como esterotipias o movimientos repetitivos de una parte del cuerpo sin un fin concreto.
En la esquizofrenia catatónica, de forma característica, aparecen alteraciones motoras, si bien están
disminuyendo en frecuencia con la aplicación de los
tratamientos actuales. Puede aparecer desde una inmovilidad total, en un estado estuporoso (catalepsia)
con flexibilidad cérea, o por el contrario con extrema rigidez que impide la movilización.



Trastornos de la Afectividad.

A excepción de la afectividad inapropiada o expresión de emociones inadecuadas para una determinada situación, considerada como un síntoma
positivo, el resto de los trastornos de la afectividad
representarían las más características manifestaciones de la sintomatología negativa.
La pérdida de la capacidad para experimentar placer (anhedonia), a diferencia de la que se experimenta en los trastornos depresivos, puede adquirir en la esquizofrenia tal dimensión que el paciente se siente
incapaz de imaginar estas sensaciones, encontrándose con un continuo vacío afectivo. Es más frecuente
en pacientes crónicos y conlleva a su aislamiento social por la pérdida de interés en las relaciones interpersonales.
La sintomatología depresiva en la esquizofrenia aparece con una frecuencia variable en función de la
metodología de los estudios utilizados para su detección. Su relación con la esquizofrenia es una cuestión que permanece por aclarar, habiéndose dado diversas explicaciones en cuanto a su posible etiología:
reacción vivencial ante la enfermedad, yatrogenia por los neurolépticos, manifestación de los síntomas
negativos, o incluso trastorno con entidad propia (Saiz Ruiz y Díaz Marsá, 1999). En cualquier caso,
siempre que aparece se le debe prestar la atención y evaluación más adecuadas para su tratamiento y así
prevenir el riesgo de suicidio que lleva asociada.
El aplanamiento afectivo, presente en más del
50% de los casos, tanto agudos como crónicos, alude a la reducción de las respuestas emocionales que
se puede poner de manifiesto en la pobreza de la expresión facial y gestual, de la inflexión verbal, de los
movimientos espontáneos, escaso contacto visual y
aumento de la latencia de las respuestas (Andreasen
1979).
Otro síntoma negativo muy característico de la esquizofrenia y que supone el principal obstáculo para
realizar los procesos de rehabilitación es la apatía,
abulia o incapacidad para iniciar o mantener actividades y, en definitiva, proyectar, planificar y desarrollar un proyecto vital. Kraepelin consideró este síntoma como el problema psicológico esencial en estos
enfermos.



Trastornos Cognitivos.

La existencia de alteraciones neurocognitivas en
la esquizofrenia ha sido motivo de consideración desde las primeras descripciones de Kraepelin, atribuyéndole por ello el término de dementia praecox. A finales de los años 70, coincidiendo con los hallazgos de dilatación ventricular observados mediante la
TAC, se realizaron diversos estudios neuropsicológicos en los que se concluía que los esquizofrénicos
obtenían resultados intermedios entre los pacientes
que sufrían daño cerebral y los controles (Goldstein
1978; Heaton y cols. 1978; Malec 1978). A partir
de ese momento se comenzó a profundizar en el
estudio de la esquizofrenia desde el punto de vista
neuropsicológico obteniendo resultados muy interesantes. Una de las primeras cuestiones que se plantearon fue la de si la sintomatología tan variada y disruptiva podría condicionar el rendimiento cognitivo.
No parece que fuera así ya que el tratamiento antipsicótico, con una disminución considerable de los
síntomas no modificaba las alteraciones neuropsicológicas (Goldberg y cols. 1993). Así, aunque evidentemente pueda influir en el rendimiento la presencia
de síntomas, existen otra serie de alteraciones neuropsicológicas que permanecen inmodificables.
Otra posible explicación de estas alteraciones observadas en los pacientes esquizofrénicos podría ser
la falta de motivación y cooperación. Esta cuestión
ha sido abordada en un estudio en el que se daba a
los pacientes instrucciones e información sobre có-
mo realizar las pruebas (sobre todo el WCST), de tal
forma que los pacientes mejoraban su rendimiento
puntualmente, demostrando que tenían interés en
aprender, si bien, cuando se dejaban de dar las instrucciones se volvía a la situación basal (Goldberg y
cols. 1987).
Los esquizofrénicos tienen un rendimiento más
pobre que los sujetos control en diversas áreas neuropsicológicas y no exclusivamente en pruebas que
miden una misma función. Además, la riqueza de los
síntomas presentes en la esquizofrenia sugiere que
no debe existir una única región cerebral implicada,
sino varias de ellas. Las áreas en las que se han observado alteraciones son la atención, memoria y función ejecutiva. Existirían en un 40-60% de los pacientes sin aumentar de forma significativa durante el
curso de la enfermedad como ya fue observado por
Kraepelin.

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